Cuando tienes asma, las vías respiratorias de tus pulmones se inflaman y estrechan. También producen demasiada mucosidad. Esto provoca espasmos en las vías que se encargan de la entrada y salida del aire a tus pulmones (tubos bronquiales). Los espasmos dificultan la respiración. Además, podrías tener sibilancias y tos. Es una condición que tendrás toda la vida.

Hay diferentes tipos de asma. Cada una tiene causas diferentes. Estas pueden incluir hacer ejercicio en exceso o desencadenantes que están en el aire como humo o polen.

Un tipo de asma serio se llama el asma eosinofílica. Es más difícil de controlar con medicamentos comunes. La ciencia dice que podría estar relacionada a un nivel alto de un tipo de glóbulos blancos, llamado eosinófilos, en la sangre. Los eosinófilos son parte de tu sistema inmunitario. Ayudan a destruir cosas que no deben estar en tu cuerpo, como bacterias dañinas. También ayudan a controlar la inflamación.

Los investigadores han descubierto que mientras más eosinófilos tengas en la sangre, más aumenta la probabilidad de tener un ataque de asma serio. Pero no conocen con certeza que provoca que aumenten los números de eosinófilos. Han aprendido que el asma eosinofílica es diferente a otros tipos de asma por varias razones:

A quién afecta

Muchas veces al asma comienza en la niñez, pero el asma eosinofílica generalmente se presenta por primera vez en la adultez media.

Aunque este tipo de asma sí ocurre en niños y adultos, es común que comience entre las edades de 35 y 50 años. No se sabe cuántas personas lo padecen. Pero los investigadores creen que menos del 10% de las personas con asma tienen un tipo tan serio como el asma eosinofílica. También han encontrado que este tipo de asma afecta a las mujeres y los hombres por igual.

Causas y síntomas

Muchas veces una alergia al polen o a la caspa de mascotas podría provocar los síntomas del asma. Pero las personas con asma eosinofílica por lo general no tienen estas alergias. Lo que diferencia este de otros tipos de asma es un alto númerode eosinófilos en la sangre, el tejido de los pulmones, y la flema (esputo).

Síntomas como sibilancias, tos, y dificultad para respirar se presentan en todos los tipos de asma. Pero en este afectan el sistema respiratorio completo. Esto significa que podrías tener muchas infecciones de los senos nasales. También podrías tener pólipos nasales, crecimientos benignos (no cancerosos) en las fosas o senos nasales. Además, podrías notar que se te inflama o irrita el recubrimiento de la nariz (membrana mucosa).

Es posible que tus síntomas no parezcan ni se sientan como los que comúnmente se asocian con el asma. Podrían parecerse mas a los que se presentan con la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC, COPD en inglés). Esta es una enfermedad pulmonar que causa problemas respiratorios a largo plazo y disminuye el flujo del aire. En ocasiones los doctores diagnostican el asma eosinofílica como EPOC por error.

Diagnóstico

Para saber si tienes asma, tu doctor te hará un examen físico. Te preguntará sobre tus síntomas y otros problemas de salud. Es posible que también tengas que hacer una prueba de función pulmonar. Esta te dirá cuánto aire puedes exhalar y qué tan rápido lo puedes hacer.

Para diagnosticar el asma eosinofílica podrías necesitar otras pruebas que detecten la presencia de eosinófilos:

  • Prueba de sangre. Un doctor o enfermera extraerá tu sangre para medir el número de eosinófilos que contiene.
  • Muestra de esputo. Obtendrás una muestra de moco tosido o flema. Tu doctor lo examinará bajo un microscopio.
  • Biopsia bronquial. Esta prueba es menos común. Tu doctor te insertará un instrumento llamado un broncoscopio por la nariz o la boca. Lo usará para obtener varias muestras pequeñas del tejido de tus pulmones (biopsia). Analizarán las muestras para determinar la presencia de eosinófilos. Necesitarás anestesia y es posible que tengas que quedarte en el hospital.

Tratamiento

Los objetivos para el tratamiento de este tipo de asma son dos: controlar la respiración y reducir el número de los eosinófilos. Podrías sentir que se alivian tus síntomas con los tratamientos comunes para el asma. Estos incluyen medicinas que reducen la inflamación (corticoesteroides) e inhaladores de alivio rápido (broncodilatadores).

Pero estos medicamentos no siempre funcionan para las personas que tienen asma eosinofílica. Tu doctor también podría darte un medicamento conocido como un biológico. Este limita la capacidad que tiene el cuerpo de producir eosinófilos. Tomarás el medicamento junto con otras medicinas para el asma. Los antibióticos también podrían ser parte del tratamiento si tienes infecciones recurrentes de los senos nasales.

Lograr un diagnóstico y recibir tratamiento lo más rápido posible es importante para controlar el daño duradero que puede causar esta condición en tus pulmones, tales como la cicatrización del tejido pulmonar y el engrosamiento de las vías respiratorias. Habla con tu doctor una vez al año sobre tu tratamiento y asegúrate que sigue siendo la mejor opción para ti.

Artículo médico de WebMD

From WebMD

Más sobre el Asma Eosinofílica