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Cómo superar las barreras y seguir el tratamiento de la dermatitis atópica

Medically Reviewed by Neha Pathak, MD on October 28, 2022
6 min read

Existen muchos tratamientos para aliviar la dermatitis atópica, más conocida como eccema. Estos incluyen cremas tópicas, geles, ungüentos, pastillas, tratamientos de luz y terapia conductual.

Pero los tratamientos sólo funcionan bien si se toman de forma regular y correcta. Debido a que el eccema es crónico, lo que significa que puedes tener brotes a lo largo de tu vida, es importante formar buenos hábitos que te ayuden a cumplir con tu tratamiento a largo plazo. La mala adherencia, o no cumplir con tu plan de tratamiento, es una barrera importante en el tratamiento del eccema y es una de las principales razones por las que puede resultar difícil controlar los síntomas.

Hay muchas razones por las que puede ser un desafío continuar con tu tratamiento para el eccema, entre ellas:

  • sentir que tu medicamento no está funcionando
  • la inconveniencia
  • el temor a los efectos secundarios
  • olvidar el tratamiento
  • el costo del tratamiento
  • la falta de confianza en tu médico
  • estar insatisfecho con tu medicamento
  • no entender bien tu afección o el tratamiento
  • si tu hijo tiene eccema, la dificultad para administrarle el tratamiento si no coopera

Tan solo saber y reconocer cuál es el desafío en tu caso, puede ser un primer paso importante.

Tu estilo de vida puede tener un gran impacto sobre si tu tratamiento funciona o no. Si fumas, por ejemplo, eso podría provocar brotes de DA y contrarrestar los efectos de tus medicamentos.

Otros consejos para aliviar tus síntomas y ayudar a que tu tratamiento cumpla su función incluyen:

  • usar un humidificador
  • bañarte en agua tibia y no en agua caliente
  • usar un jabón suave, si lo tienes, y humectarte la piel con frecuencia
  • usar ropa de algodón y evitar la lana, la seda y las telas sintéticas
  • ser consciente de los factores que te causan estrés en tu vida y que pueden hacerte más propenso a sufrir brotes de DA

Recuerda que, si no sigues el tratamiento exactamente cómo te lo recetaron, no funcionará tan bien como se supone. Es mejor establecer buenos hábitos con tratamientos suaves que pasar a tratamientos más potentes que pueden tener más efectos secundarios y ser más caros.

Si crees que estás tomando tu medicamento con la frecuencia que se supone que debes hacerlo, pero aun así no funciona tan bien como te gustaría, puedes hablar con tu médico para ver si puede sugerir algún cambio.

Si se te olvida tu tratamiento o tomarte tu medicamento, existen varios consejos que pueden ayudar, entre ellos:

  • Mantener un registro diario para realizar un seguimiento de las veces que tomas tu tratamiento. Podría ser en tu teléfono, en un calendario de pared, en una libreta o en un lugar que veas con regularidad.
  • Si estas tomando medicamentos de vía oral, usa un organizador de pastillas y mantenlo en algún lugar visible
  • Colocar una nota adhesiva en algún lugar donde la veas, como el pomo de la puerta, en el espejo del baño o en la pantalla de la computadora, para hacerte recordar el tratamiento

Si tomas o aplicas tu medicamento todos los días o dos veces al día, la clave es incorporarlo a tu rutina diaria, al igual que cepillarte los dientes. Incluso podrías poner tu crema humectante y crema tópica justo al lado de tu pasta de dientes. Cuantos menos pasos adicionales tengas que recordar, mejor.

Para algunas personas, puede resultar muy útil configurar alarmas en su teléfono. Puedes pedirle a un amigo o ser querido que te ayude a hacer esto si no estás seguro de cómo hacerlo. Esto puede implicar que debes configurar varias alarmas, según la condición de tu eccema:

  • alarmas diarias o dos veces al día para tomar medicamentos o aplicar cremas, ungüentos o humectantes
  • alarmas semanales o dos veces por semana para tomar baños de lejía diluida para prevenir infecciones
  • alarmas cada dos semanas para los biológicos u otros medicamentos inyectables
  • alarmas o alertas de calendario para pedir más medicamentos antes de que se acaben

Si requieres tratamientos inyectables, es posible que tengas problemas para cumplir con tu medicamento debido al miedo o la incomodidad con las agujas. Esto es muy común. Pregúntale a un amigo o familiar si puede administrarte tu medicamento, o puedes programar visitas al consultorio para que lo haga una enfermera.

Si decides aplicarte las inyecciones en casa, existen algunos consejos que te ayudarán a aliviar la incomodidad:

  • Una vez que la jeringa o la pluma del inyectable este en el lugar correcto, mira en otra dirección para no ver la aguja.
  • Inhala profundamente antes de empujar hacia abajo y luego exhala lentamente.
  • Para distraerte mueve los dedos de los pies, escucha música o habla con alguien mientras administras la inyección.
  • Practica respirar de manera profunda y medida.
  • Pídele a tu médico que te recomiende un aerosol anestésico que puedas usar cuando te apliques las inyecciones.

Si tienes un hijo o una hija que padece eccema, puede ser un desafío diferente ayudarle a recordar tomar sus medicamentos y lograr que el proceso sea uno libre de estrés.

Utiliza un sistema de recompensas, como darle pegatinas u otro premio, cuando tu hijo tome sus medicamentos y bríndale mucho refuerzo positivo. Si no se sienten cómodos tomando medicamentos tópicos o si tienen un eccema severo y necesitan inyecciones, la distracción es la clave. Algunas ideas para distraerlo incluyen:

  • Para bebés: los espejos, sonajeros, música, chupetes u otros objetos reconfortantes
  • Para niños pequeños o preescolares: molinetes, burbujas, caleidoscopios, cantar, jugar al escondite o usar otros juguetes
  • Para niños mayores: plastilina, pegatinas, dispositivos electrónicos, contar o hacerlo reír de alguna otra manera
  • Para adolescentes: videojuegos o juegos de computadora, música, mascotas o juegos de mesa

Si debe tomar medicamentos por boca, puede convertir el proceso en uno más interesante para los niños pequeños al agregar gotas de colorante alimentario a sus medicamentos, agregándoles algo sabroso, como jarabe de chocolate, o mezclándolos con sus alimentos. Solo asegúrate de que reciban todo el medicamento.

Tu médico puede desempeñar un papel importante a la hora de hacerte cumplir responsablemente con tu tratamiento. Programa visitas de seguimiento periódicas para mantenerlos actualizados sobre cómo van las cosas. Pregunta si estas citas se pueden realizar por teléfono o mediante videochat, lo que puede ser más económico y sencillo que tener que acudir a la oficina médica con frecuencia. Las investigaciones muestran que las personas cumplen mejor el tratamiento cuando saben que acudirán pronto a su médico. Estas visitas también te ayudan a establecer confianza con tu médico.

Algunas personas que tienen eccema encuentran desagradable el medicamento tópico, por ejemplo, porque ensucia demasiado o se siente grasoso. Pregúntale a tu médico si hay algún tipo diferente de crema o gel disponible que te resulte más cómodo de usar.

Si no estás seguro si estás aplicando tu medicamento correctamente, pídele a tu médico que te recomiende un taller o alguna enfermera con quien puedas hablar y que pueda mostrarte exactamente cómo se hace. Asegúrate de no salir del consultorio de tu médico hasta que sepas exactamente con qué frecuencia debes aplicar los tratamientos.

También puedes pedirles que te impriman una lista de pautas o puedes encontrar una en línea. Estos te brindan información sobre qué tipo de hábitos puedes usar dependiendo de cómo esté tu piel, ya sea clara, con picazón severa o cualquier punto intermedio.

Si se te hace difícil seguir tu tratamiento por otros motivos, dilo. Si no te comunicas bien con tu médico, puedes llamar al consultorio y solicitar que te hagan una cita con uno diferente. Si no estás seguro de confiar en lo que te dice tu médico, está bien buscar una segunda opinión.

Si el costo es un problema, habla con tu médico o farmacéutico sobre las opciones que existen para reducir la carga financiera. Si estás tomando medicamentos de marca, solicita cambiar a la versión genérica. También puedes llamar al fabricante del medicamento para ver si tiene un programa de asistencia. A veces, estos pueden reducir significativamente el costo de los medicamentos.

Además de establecer buenos hábitos y utilizar la tecnología para ayudarte a mantener el rumbo, tomar el control de tu atención y pedir asistencia cuando la necesitas puede ser de gran ayuda para motivarte a mantenerte al tanto de tu eccema.