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¿Qué tratamientos y prevenciones hay para los brotes de esclerosis múltiple?

Revisado Por Dra. Brunilda Nazario, MD en enero 08 del 2024
6 min read

Si te sientes bien varias semanas o meses y luego te vuelven los síntomas de esclerosis múltiple, probablemente tengas lo que los médicos llaman una recaída o ataque. Lo bueno es que siempre hay tratamiento para los ataques o maneras de prevenirlos.

Cada persona tiene ataques diferentes. Algunos son leves. Otros son severos.

Durante un ataque, es posible que tengas síntomas nuevos o que empeoren los que ya tienes.

Quizá tengas uno o más de los siguientes:

  • problemas de equilibrio
  • visión nublada o ceguera en un ojo
  • mareos
  • entumecimiento
  • dolor
  • hormigueo
  • cansancio
  • debilidad

Se pueden producir cuando la inflamación del sistema nervioso daña la capa que recubre y protege las células nerviosas. Esto retrasa o impide que las señales de las células nerviosas lleguen a las partes del cuerpo donde deben llegar.

Si tienes esclerosis múltiple recurrente remitente, es posible que tengas ataques, y luego vengan periodos sin síntomas, llamados remisiones. Para que se considere una verdadera recaída, tus síntomas deben empezar por lo menos un mes después de la última recaída y durar por lo menos 24 horas.

Se desconoce el mecanismo exacto que provoca una recaída, pero se piensa que está relacionado con una respuesta inmunitaria generalizada. Hay cierta evidencia de que una infección sistémica (viral o bacteriana), el periodo posterior al parto, el estrés y la reproducción asistida (tratamiento para la infertilidad) podrían estar asociados con las recaídas. Eso puede producir más daño a las células del cerebro y desmielinización.  

Los ataques de esclerosis múltiples son diferentes a los seudoataques. Estos son el empeoramiento temporal de los síntomas provocado por factores externos. A diferencia de los ataques, los seudoataques no conllevan daño nuevo de la esclerosis múltiple. Por lo general duran menos de 24 horas. Entre los típicos factores desencadenantes están temperatura corporal alta debido a fiebre, infección, exceso de ejercicio o actividad, menstruación, nuevos medicamentos y estrés. Generalmente eliminar el factor estresante puede ayudar a resolver el seudoataque. 

Pero puede ser difícil distinguir entre ataques y seudoataques, por lo que debes hablar con tu médico sobre cualquier síntoma nuevo o que empeora.

Pueden causar ataques de esclerosis múltiples:

  • fumar
  • infecciones
  • mala nutrición
  • calor
  • saltarse los medicamentos
  • estrés
  • falta de sueño

Para tratar de prevenir ataques:

Toma los medicamentos según lo indicado. Los fármacos que te receta el médico ayudan a retrasar el avance de la esclerosis múltiple y a prevenir recaídas. No dejes de tomarlos, incluso si tienen efectos secundarios. Un estudio descubrió que aproximadamente 25% de los pacientes con esclerosis múltiple que dejaron de tomar sus medicamentos tuvieron una recaída. Ciertos medicamentos para la enfermedad de Crohn o artritis reumatoide pueden causar síntomas parecidos a los de la esclerosis múltiple, como también la interacción negativa entre medicamentos. Averigua con tu médico si las medicinas que tomas podrían tener una interacción nociva y si son los adecuados para ti. 

Mantente sano. Un resfrío o la gripe pueden desencadenar tus síntomas de esclerosis múltiple. Una infección de la vejiga puede producir ataques o seudo-ataques, por lo que el consejo es el mismo. De hecho, las infecciones causan un tercio de los ataques de esclerosis múltiple. Lávate las manos con agua tibia y jabón durante el día, ponte la vacuna anual contra la gripe y evita a las personas que se ven enfermas. Mantente hidratado. Asegúrate de que los alimentos estén debidamente cocidos. Toma precauciones cuando tengas relaciones sexuales. Pregúntale a tu médico sobre otras maneras de evitar las infecciones de la vejiga, como la vacunación. 

Relájate. En algunas personas con esclerosis múltiple, el estrés puede producir ataques. Busca la serenidad con la meditación, yoga, terapia o cualquier cosa beneficiosa que te ayude a relajarte. En un estudio, pacientes con esclerosis múltiple reportaron que su nivel de estrés  se redujo a la mitad después de 6 semanas de yoga.

Descansa. No te sentirás bien si estás agotado. Los problemas del sueño son comunes en las personas con esclerosis múltiple. Los síntomas como el dolor y los espasmos musculares pueden impedir que duermas de noche. Algunos medicamentos para el tratamiento de la esclerosis múltiple interrumpen también el sueño. Colabora con tu médico en el control de tus síntomas para que puedas dormir. Hagan cambios si los medicamentos impiden que duermas. Trata de dormir de 7 a 8 horas todas las noches.

Mantente fresco. La temperatura alta puede producir ataques. Si los entornos calurosos te afectan, evita las saunas, los jacuzzis y las duchas y baños calientes. Con mucha frecuencia, el calor causa fatiga. Además, haz lo posible por evitar salir al aire libre los días calurosos. Báñate con agua fría o prende el aire acondicionado. Para mantenerte cómodo, prueba ponerte un sombrero o ropa con bolsillos para compresas de hielo o gel congelado. Si tienes una meta de ejercicio, divide el tiempo en segmentos más breves y descansa entre cada uno.

Come bien. Consume alimentos ricos en ácidos grasos omega 3. Se cree que combaten la inflamación. Además, consume mucha fibra y evita los alimentos con grasas saturadas o trans. Una alimentación saludable mantiene fuerte el sistema inmunitario.

No fumes. Fumar conlleva un gran riesgo de ataques y puede empeorar los síntomas. Si fumas, tu médico puede ayudarte con un plan para dejar de hacerlo.

Es posible que tus síntomas desaparezcan solos si son leves. De todos modos, informa a tu médico de lo que sucede.

El tratamiento de los síntomas puede recortar los ataques y ayudarte a recuperarte más rápido. El objetivo es reducir la inflamación que te provocó síntomas.

Lo más probable es que tu médico te recete un medicamento con esteroides, que reduce la inflamación y puede ayudar a que te recuperes más rápido de la recaída. Pero estos medicamentos no pueden retrasar el progreso de la enfermedad ni deshacer el daño que ya ha causado. La metilprednisolona es el esteroide más común en este caso. Quizá tomes pastillas o te la pongan por vía intravenosa en el hospital o consultorio médico.

Algunas personas no pueden tomar esteroides. A otras les molestan los efectos secundarios, que incluyen el aumento de peso, cambios en el estado de ánimo, dificultad para dormir y malestar estomacal. Otra opción puede ser el gel ACTH (de Acthar). Se inyecta en el músculo o debajo de la piel. Hace que la glándula suprarrenal produzca hormonas que reducen la inflamación.

Para un ataque fuerte que los esteroides no alivian, quizá sea bueno probar el recambio plasmático. Primero, un profesional de salud te extrae un poco de sangre. Se separa la parte líquida, llamada plasma. Se remplaza con un líquido sustituto o plasma de un donante. Luego te vuelven a inyectar la sangre. Consulta con tu médico si esto te ayudaría. 

También puedes seguir los consejos de la sección sobre cómo prevenir los ataques (arriba) como tratamiento durante una recaída. Por ejemplo, descansa mucho y asegúrate de comer sano. 

Te puedes recuperar del todo después de un ataque, pero quizá tome varias semanas o meses que tus síntomas desaparezcan. Si tuviste mucho daño neurológico, quizá ciertos síntomas no se vayan del todo.

Tal vez necesites ayuda adicional para volver a la normalidad. Un programa de rehabilitación podría lograrlo. Tu equipo de rehabilitación te ayudará con:

  • ejercicio
  • habla
  • vestimenta y cuidado personal
  • movimiento
  • tareas domésticas
  • problemas de razonamiento y memoria

Si también vas al neurólogo (médico especialista en problemas del cerebro, la médula espinal o los nervios) para la esclerosis múltiple, infórmale de tu ataque. Podría influir en que te recete otros medicamentos.