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Consejos sobre cómo aliviar el dolor debido a la esclerosis múltiple

Medically Reviewed by Brunilda Nazario, MD on January 08, 2024
5 min read

El dolor repentino es común con la esclerosis múltiple. Quizá tengas sensaciones como ardor, apretones, punzadas, frío o dolor irritante de la nada. Estos dolores súbitos solo duran unos segundos o minutos. Pueden afectarte las piernas, los pies, los brazos y las manos.

Las punzadas sorpresivas no son indicio de que te está empeorando la esclerosis múltiple. Pero consulta con tu médico si surgen síntomas nuevos o duran más de 24 horas. Puede ser indicio de una nueva lesión (daño al sistema nervioso) o de una recaída.

Quizá no necesites tratamiento. Pero si las punzadas interfieren con tu vida diaria o te afectan el sueño, pregúntale a tu médico al respecto. Ciertos cambios de estilo de vida o medicamentos pueden aliviarlas.

Son básicamente un “cortocircuito”. La esclerosis múltiple daña el aislamiento de los nervios en el cerebro y la médula espinal. Esta capa protectora se llama mielina. Cuando no funciona debidamente, el cerebro no puede enviar señales al resto del cuerpo. Terminas con una falla que causa sensaciones que se llaman disestesias.

Entre las razones por las que quizá tengas punzadas:

Signo de Lhermitte. Este es el nombre de una sensación de choque eléctrico rápido que va desde la base del cuello hasta la espina dorsal, los brazos y las piernas. El choque eléctrico quizá te llegue a los dedos de las manos y los pies. Lhermitte tiende a suceder cuando inclinas la cabeza hacia el pecho, como cuando estornudas o recoges algo del piso.

Esta punzada puede ser el primer indicio de esclerosis múltiple. O sea que ve al médico si es la primera vez que tienes una. Con el tiempo, suceden con menor frecuencia y son más leves.

Sensibilidad al calor o el frío. Tal vez te sientas peor durante el verano, cuando tengas fiebre o hagas ejercicio. Se debe a que el calor, la humedad o la temperatura corporal más alta dificultan que las señales se trasmitan por los nervios.

Es menos común, pero quizá también te den punzadas en el invierno o cuando hace frío y una brisa helada te azota la cara.

Neuralgia del trigémino. Es un dolor punzante en un lado de la cara. Quizá lo confundas con un fuerte dolor de muela, pero puede ser el dolor más intenso de tu vida. Es difícil predecir cuándo sucederá, pero entre lo que lo provoca está cepillarse los dientes, comer o estar expuesto a temperaturas bajas.

Espasticidad. Tal vez se presente como presión alrededor del pecho. Es lo que a veces se denomina “abrazo de la esclerosis múltiple”. La primera vez, puede parecer un ataque al corazón. A veces, las piernas se te ponen rígidas o te duelen repentinamente, particularmente de noche.

Las probabilidades de tener punzadas aumentan en ciertas situaciones, como cuando tienes calor, estás cansado o estresado. Los síntomas probablemente se alivien cuando elimines los factores desencadenantes.

Estas son algunas maneras de aliviarlos:

Refréscate. Si el calor hace que te sientas peor, prueba:

  • quedarte bajo techo o acercarte al aire acondicionado
  • ponerte equipo de enfriamiento, como chalecos, collarines o sombreros
  • beber algo frío
  • hacer ejercicio temprano en la mañana o en la noche
  • nadar en agua fría
  • bañarte o ducharte con agua fría

Si te sobrecalientas, como cuando haces ejercicio, recuerda que no se está produciendo ningún daño. Es probable que te sientas mejor unas horas después de refrescarte.

No te enfríes demasiado. Es menos probable que tengas un problema con el frío. Pero si sucede, báñate con agua tibia. Abrígate si sales en invierno. Y protégete la cara y cabeza de las ráfagas de aire frío. Eso puede provocar el dolor de la neuralgia del trigémino.

Toma las cosas con calma. Muchas personas con esclerosis múltiple dicen que sus síntomas parecen empeorar cuando están estresadas. Puedes aprender a controlar el estrés, incluso si no puedes eliminarlo. Si no sabes cómo empezar, habla con tu médico o un especialista en salud mental.

Para relajar los músculos y la mente, prueba:

  • atención plena y meditación
  • yoga
  • acupuntura
  • respiración profunda
  • relajamiento progresivo de los músculos, cuando contraes cada uno y luego lo relajas
  • terapia cognitivoconductual con un terapeuta

Haz ejercicios de estiramiento. Los músculos pueden ponerse tensos mientras te relajas de noche. Tal vez puedas evitar estos espasmos si haces ejercicios de estiramiento aproximadamente 5 minutos antes de acostarte. Ten bandas de resistencia a la mano si necesitas hacerlos durante la noche.

Conéctate. A veces ayuda hablar con gente que pasa por lo mismo. Llama al 800-344-4867 para encontrar grupos cercanos de pesonas que tienen esclerosis múltiple. También puedes visitar MSsociety.org/supportgroup para encontrar un grupo de apoyo o conectarte por internet en MSconnection.org.

Quizá te convengan medicamentos si tus síntomas se presentan varias veces al día y los cambios de estilo de vida no ayudan. Tal vez necesites tomarlos solo a veces, durante el verano, periodos de mucho estrés o antes de acostarte. Habla con tu médico al respecto.

Tu médico tal vez también recomiende:

Antidepresivos. Pueden atenuar las señales eléctricas de los nervios. Eso cambia la reacción del cuerpo al dolor. Para la esclerosis múltiple quizá te receten:

  • amitriptilina
  • duloxetina (Cymbalta)
  • nortriptilina

Anticonvulsivos. Estos calman los nervios hiperactivos. Entre ellos están:

  • gabapentina
  • pregabalina
  • carbamazepina para la neuralgia del trigémino
  • oxcarbazepina para la neuralgia del trigémino

Relajantes musculares. Puedes tomarlos antes de acostarte si los ejercicios de estiramiento no te ayudan. Quizá los necesites con mayor frecuencia si se te tensan los músculos varias veces al día.

Cirugía para la neuralgia del trigémino. Si los demás tratamientos no ayudan, tu médico puede extirpar o quemar ciertos nervios. Se llama ablación. Tal vez se te entumezca parte de la cara después del procedimiento. Es como cuando te ponen una inyección en el dentista. Tal vez pierdas la sensación por unos meses.

Se trata de dolor repentino que puede venir como un choque eléctrico, literalmente, pero no es dañino. Habla con tu médico si no sabes qué causa los síntomas. El médico puede prepararte para punzadas futuras y averiguar si pasa algo más serio.

Entre las preguntas que te podría hacer tu médico:

  • ¿Con qué frecuencia sientes punzadas?
  • ¿Qué sientes?
  • ¿Qué sucedió al mismo tiempo que podría indicar algún factor desencadenante?
  • ¿Solo te molestan a la hora de acostarte?