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Cambios de estilo de vida que ayudan a retrasar el avance de la esclerosis múltiple

Revisado Por Dra. Brunilda Nazario, MD en enero 18 del 2024
4 min read

La esclerosis múltiple es una enfermedad que tendrás toda la vida. Tus síntomas podrían empeorar gradualmente a medida que avance y se dañen partes del cerebro y la médula espinal. Pero unos cuantos cambios sencillos te pueden ayudar a seguir movilizándote y tener una buena calidad de vida por mucho tiempo.

Hay más de una docena de medicamentos que los médicos recomiendan para prevenir las recaídas y retrasar la progresión de la esclerosis múltiple. Estos tratamientos pueden ayudar a que te sientas mejor, pero solo si los sigues.

Puede ser difícil pensar que vas a tomar medicamentos durante muchos años. Pero cuanto antes sigas la rutina correcta de medicación y pases más tiempo cumpliendo fielmente con el tratamiento, mejor controlarás la enfermedad.

Algunas personas dejan de tomar medicamentos porque tienen efectos secundarios y creen que no les ayudan. Habla con tu médico si eso sucede. Es posible que pueda modificar la dosis, cambiarte a otro medicamento o ayudarte a combatir los efectos secundarios que puedas tener.

Si has suspendido el tratamiento porque no puedes pagar el fármaco, averigua con la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple o la empresa que lo fabrica. Quizá puedan ayudar a pagar el costo. 

También es importante controlar otros problemas de salud que puedas tener. Las enfermedades del corazón y los pulmones, la diabetes y la depresión pueden hacer que la esclerosis múltiple avance más rápidamente. Haz una cita con tu médico de cabecera o un especialista para recibir un diagnóstico y tratamiento.

Hace años, los médicos aconsejaban a las personas con esclerosis múltiple que evitaran el ejercicio porque pensaban que podía empeorar la enfermedad. Ahora saben que es todo lo contrario.

El ejercicio fortalece los músculos que te ayudan a caminar. También alivia la fatiga y mejora el estado de ánimo y la calidad de vida de las personas con esclerosis múltiple. Incluso hay cierta evidencia de que los ejercicios con pesas pueden ayudar a retrasar el daño de la esclerosis múltiple en el cerebro.

Un régimen de ejercicio para la esclerosis múltiple incluye 150 minutos de ejercicios aeróbicos por semana. Son actividades que hacen que el corazón se acelere, como caminar o nadar. Hazlo a tu propio ritmo e intensidad. Además, haz ejercicios de estiramiento por lo menos 10 minutos al día para soltar los músculos contraídos.

Usa pesas o bandas de resistencia dos veces por semana para fortalecer los músculos. Un fisioterapeuta te puede mostrar cómo hacer cada ejercicio correctamente para prevenir una lesión.

Una alimentación balanceada es importante para tu salud en general, especialmente cuando tienes una enfermedad a largo plazo como la esclerosis múltiple. Los estudios muestran que las personas con esclerosis múltiple que comen mucha fruta, vegetales y granos integrales tienen menor discapacidad y menos síntomas como depresión y fatiga que quienes comen menos de esos alimentos saludables.

Limita los alimentos procesados y las grasas de origen animal, como la carne roja y la mantequilla. Consume grasas de fuentes más saludables, como pescado, nueces, aguacates y aceite de oliva.

Las personas que tienen un nivel más alto de vitamina D en la sangre tienen menor riesgo de tener esclerosis múltiple. Hay estudios en marcha para ver si hay una relación entre el nivel de vitamina D y las recaídas. 

Puedes obtener vitamina D a diario de alimentos como pescados grasos y leche fortificada. El cuerpo produce su propio suministro de esta vitamina cuando la piel se expone a la luz solar. Un análisis de sangre puede indicar si tu nivel de vitamina D es bajo. De ser así, toma un suplemento para aumentarlo al nivel necesario.

La falta de sueño tal vez no haga que te avance la esclerosis múltiple, pero no hay duda de que puede hacer que te sientas peor. Es difícil conciliar el sueño y permanecer dormido toda la noche cuando tienes dolor o depresión, o debes ir al baño muchas veces. Los esteroides y otros medicamentos que tomas para el control de la esclerosis múltiple también te pueden mantener despierto.

Pregúntale a tu médico si alguno de tus medicamentos para la esclerosis múltiple podría estar afectándote el sueño. Busca tratamiento para el dolor y otros síntomas que podrían estar interfiriendo con un sueño reparador de noche. Antes de acostarte, trata de relajarte y eliminar el estrés con un baño tibio, música suave o un buen libro.

Otra razón para no fumar es que puede hacer que te empeore la esclerosis múltiple más rápido. Fumar también aumenta tu probabilidad de tener enfermedades del corazón y los pulmones, que aceleran el avance de la esclerosis múltiple.

No es fácil dejar de fumar, especialmente si lo vienes haciendo desde hace años. Pero cuando logres dejar ese hábito, notarás los beneficios para tu salud de inmediato. Haz un plan para dejar de fumar, recibe apoyo de tu médico y amigos, y ten medicamentos y otros recursos a la mano para que tengas menos ganas de fumar.

Las infecciones como la gripe pueden provocar recaídas de la esclerosis múltiple y hacer que los síntomas vuelvan. Vacúnate contra la gripe cada otoño para evitar enfermarte. Si tomas un medicamento modificador de la esclerosis múltiple, no uses el rociador nasal FluMist porque es una vacuna viva. Ya que tu sistema inmunitario, la defensa del cuerpo contra los gérmenes, está más débil debido a la esclerosis múltiple, lo más seguro para ti es la vacuna contra la gripe, que contiene el virus muerto.

Pregúntale a tu médico si estás al día con todas las vacunas que necesitas para mantenerte sano.