El dolor crónico (en inglés) puede ser causado por muchos factores diferentes. A menudo, las condiciones que acompañan al envejecimiento normal pueden afectar los huesos y las articulaciones de manera que causen dolor crónico. Otras causas comunes son el daño a los nervios y las lesiones que no sanan adecuadamente.
Algunos tipos de dolor crónico pueden tener más de una causa. El dolor de espalda, por ejemplo, puede ser causado por un solo factor o por una combinación de estos factores:
- años de mala postura
- levantar o cargar objetos pesados de forma inadecuada
- tener sobrepeso, lo que ejerce una tensión excesiva en la espalda y las rodillas
- una afección congénita como, por ejemplo, problemas con la curvatura de la columna
- lesión traumática
- usar tacones altos
- dormir en un colchón de mala calidad
- sin causa física obvia
- envejecimiento ordinario, o cambios degenerativos, de la columna
Alguna enfermedad también puede ser la causa subyacente del dolor crónico. La artritis reumatoide (en inglés), la osteoartritis y la fibromialgia son causas conocidas, pero el dolor persistente también puede deberse a dolencias como el cáncer (en inglés), la esclerosis múltiple, las úlceras estomacales (en inglés), el SIDA, y la enfermedad de la vesícula (en inglés).
Sin embargo, en muchos casos, el origen del dolor crónico puede ser un asunto muy complejo e incluso difícil de identificar. Aunque puede comenzar con una lesión o enfermedad, el dolor continuo puede desarrollar una dimensión psicológica una vez que el problema físico ha sanado. Este hecho por sí solo hace que sea complicado determinar un tratamiento único, y es la razón por la que los proveedores de atención médica a menudo se encuentran con que tienen que probar varios tipos diferentes de medidas curativas.