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El manejo del dolor: las terapias alternativas

Medically Reviewed by Dan Brennan, MD on October 20, 2021
6 min read

El término "terapia alternativa" generalmente se utiliza para describir cualquier tratamiento o intervención médica que no se basa en la medicina convencional. Cuando se utilizan terapias alternativas junto con la medicina convencional, se llama medicina complementaria. La terapia alternativa abarca una variedad de disciplinas, incluyendo la acupuntura, la visualización (también llamada imágenes guiadas), el tratamiento quiropráctico, el yoga, la hipnosis, la biorretroalimentación, la aromaterapia, la relajación, los remedios herbales, el masaje, entre otras.

En la última década, se han encontrado pruebas sólidas de los beneficios de las terapias de mente y cuerpo (terapias mente-cuerpo), la acupuntura y algunos suplementos nutricionales para tratar el dolor. Otras terapias alternativas, como los masajes, las terapias quiroprácticas, el toque terapéutico, ciertas terapias a base de hierbas y los enfoques dietéticos, tienen el potencial de aliviar el dolor en algunos casos. Se necesita más investigación para comparar estas terapias con los tratamientos convencionales.

Las terapias de mente y cuerpo (terapias mente-cuerpo) son tratamientos destinados a ayudar a la capacidad de la mente para afectar las funciones y los síntomas del cuerpo. Las terapias mente-cuerpo utilizan varios enfoques, que incluyen técnicas de relajación, meditación, imágenes guiadas, biorretroalimentación e hipnosis. Las técnicas de relajación pueden ayudar a aliviar las molestias relacionadas con el dolor crónico.

La visualización, también llamada imágenes guiadas, puede ser otra técnica valiosa para controlar el dolor. Prueba el siguiente ejercicio: cierra los ojos e intenta evocar una imagen visual del dolor, dándole forma, color, tamaño y movimiento. Ahora intenta alterar lentamente esa imagen, reemplazándola con una imagen más armoniosa, agradable y más pequeña.

Otro enfoque es llevar un diario de tus episodios de dolor y los factores que causan el dolor y los factores correctivos que los rodean. Revisa tu diario con regularidad para explorar vías de posible cambio. Esfuérzate por ver el dolor como parte de la vida, no como algo que abarca toda la vida.

La biorretroalimentación por electromiografía (EMG, por sus siglas) puede alertarte sobre las formas en que la tensión muscular contribuye a tu dolor y puede ayudarte a aprender a controlarlo. La hipnoterapia y la autohipnosis pueden ayudarte a bloquear o transformar el dolor mediante técnicas de reenfoque. Una estrategia de autohipnosis, conocida como guante de anestesia, consiste en ponerte en trance, colocar una mano sobre el área dolorosa, imaginar que la mano está relajada, pesada y entumecida, e imaginar que estas sensaciones reemplazan a otras sensaciones dolorosas en la parte afectada.

Se ha demostrado que las técnicas de relajación como la meditación o el yoga reducen el dolor relacionado con el estrés cuando se practican con regularidad. Los estiramientos suaves del yoga son particularmente buenos para fortalecer los músculos sin ejercer tensión adicional sobre el cuerpo.

Aunque la Organización Mundial de la Salud reconoce actualmente más de 30 enfermedades o afecciones que pueden mejorarse con el tratamiento con acupuntura, uno de los principales usos de la acupuntura es el alivio del dolor.

Los médicos chinos del siglo XVI creían que la enfermedad se debía a un desequilibrio de energía en el cuerpo. En acupuntura, se utilizan agujas desechables de acero inoxidable para estimular los 14 meridianos principales del cuerpo, o canales portadores de energía, para resistir o superar enfermedades y afecciones corrigiendo estos desequilibrios.

También se cree que la acupuntura disminuye el dolor al aumentar la liberación de endorfinas, sustancias químicas que bloquean el dolor. Muchos puntos de acupuntura están cerca de nervios. Cuando se estimulan, estos nervios provocan un dolor sordo o una sensación de plenitud en el músculo. El músculo estimulado envía un mensaje al sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal), provocando la liberación de endorfinas (sustancias químicas similares a la morfina que se producen en nuestro propio cuerpo durante momentos de dolor o estrés). Las endorfinas, junto con otros neurotransmisores (sustancias químicas del cuerpo que modifican los impulsos nerviosos), bloquean el mensaje de dolor para que no llegue al cerebro.

La acupuntura puede ser útil como tratamiento complementario para muchas afecciones relacionadas con el dolor, que incluyen: dolor de cabeza, dolor de espalda baja (lumbalgia), dolores menstruales,    síndrome del túnel carpiano, codo de tenista, fibromialgia, osteoartritis y dolor miofascial. La acupuntura también puede ser una alternativa aceptable o puede incluirse como parte de un programa integral de manejo del dolor.

El tratamiento quiropráctico es el tratamiento no quirúrgico más común para el dolor de espalda. En algunos ensayos se observaron mejoras en las personas que recibieron manipulaciones quiroprácticas. Sin embargo, la eficacia del tratamiento para tratar el dolor crónico de espalda y cuello no está respaldada por evidencia convincente de una mayoría de los ensayos clínicos. Actualmente se están realizando más estudios para evaluar la eficacia de la atención quiropráctica para el tratamiento del dolor.

Las investigaciones también sugieren que los tratamientos quiroprácticos pueden ser útiles para los dolores de cabeza, el dolor de cuello, ciertas afecciones de brazos y piernas y las lesiones causadas por hiperextensión o latigazo cervical. Rara vez se han informado complicaciones graves como accidente cerebrovascular, nervios pinzados y empeoramiento de hernias de disco.

El masaje es cada vez más utilizado por personas que sufren dolor, principalmente para tratar problemas crónicos de espalda y cuello. El masaje puede reducir el estrés y aliviar la tensión al mejorar el flujo sanguíneo. Este tratamiento también puede reducir la presencia de sustancias que pueden generar el dolor o mantenerlo activo. Los datos disponibles sugieren que la terapia de masajes, al igual que las manipulaciones quiroprácticas, es muy prometedora para controlar el dolor de espalda. Pero no es posible llegar a conclusiones definitivas sobre la eficacia del masaje para tratar el dolor debido a las deficiencias de los estudios disponibles.

Se cree que el toque terapéutico y la curación reiki ayudan a activar los procesos de autocuración de un individuo y, por lo tanto, reducen el dolor. Aunque estas técnicas "basadas en energía" no requieren contacto físico real, sí implican una estrecha proximidad física entre el profesional y el paciente.

En años recientes, se realizaron revisiones para evaluar estudios que habían sido publicados sobre la eficacia de estas técnicas curativas para aliviar el dolor y la ansiedad y mejorar la salud. Aunque algunos estudios pequeños demostraron que estas técnicas son beneficiosas y no tienen efectos secundarios adversos significativos, las limitaciones de algunos de estos estudios dificultan llegar a conclusiones definitivas. Se necesitan más estudios antes de poder hacer recomendaciones basadas en evidencia para el uso de estas técnicas para el tratamiento del dolor.

Algunas personas creen que cambiar la ingesta de grasas en la dieta o consumir alimentos vegetales que contengan agentes antiinflamatorios puede ayudar a aliviar el dolor al limitar la inflamación.

Se encontró que una dieta vegetariana principalmente cruda fue útil para algunas personas con fibromialgia, pero este estudio no fue aleatorizado y no tuvo un grupo de control. Un estudio de mujeres con síntomas premenstruales sugirió que una dieta vegetariana baja en grasas se asociaba con una disminución de la intensidad y duración del dolor. Se ha demostrado que la pérdida de peso lograda mediante una combinación de cambios en la dieta y una mayor actividad física es útil para las personas que padecen osteoartritis.

Aun así, se necesita más investigación para determinar la eficacia de las modificaciones dietéticas como tratamiento del dolor.

Existe cierta evidencia que indica que el sulfato de glucosamina y el sulfato de condroitina pueden ser marginalmente efectivos para la osteoartritis de rodilla, pero otros estudios no han encontrado beneficio alguno. Se descubrió que estos compuestos naturales eran bien tolerados y seguros.

Otros suplementos nutricionales, como los aceites de pescado, también mostraron algunas pruebas iniciales de beneficios, aunque se necesita más investigación.

Ha sido difícil llegar a conclusiones sobre la eficacia de las hierbas. Si decides utilizar preparaciones a base de hierbas para controlar mejor tu dolor, es de vital importancia que compartas esta información con tu médico. Algunas hierbas pueden interactuar con los medicamentos que estás tomando para el dolor u otras afecciones, lo que podría afectar tu salud.

Las terapias alternativas no siempre son benignas. Como se mencionó, algunas terapias a base de hierbas pueden interactuar con otros medicamentos que estés tomando. Siempre habla con tu médico antes de probar un enfoque alternativo y asegúrate de informarles a todos tus médicos qué tratamientos alternativos estás utilizando.