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¿Qué medicamentos se usan para el tratamiento y la prevención de la culebrilla?

Revisado Por Dra. Brunilda Nazario, MD en febrero 06 del 2024
6 min read

El virus que causa la varicela también causa la culebrilla. Se llama varicela-zóster. Puede permanecer inactivo en los nervios durante décadas después de causar varicela pero activarse repentinamente.

El principal síntoma de la culebrilla es una erupción dolorosa que surge en un lado del cuerpo o la cara. Ve al médico apenas pienses que tienes esta afección.

El médico tal vez querrá que tomes medicamentos para controlar la infección, curarla más rápido, reducir la inflamación y aliviar el dolor, entre ellos:

Estos medicamentos pueden detener el avance de la erupción de la culebrilla, en particular si los tomas dentro de las 72 horas del inicio de los síntomas.

También pueden reducir la probabilidad de que tengas complicaciones. Tu médico quizá te recete:

  • aciclovir (Sitavig, Zovirax),
  • famciclovir (Famvir) o
  • valaciclovir (Valtrex).

Si tomas alguno de estos medicamentos, habla con tu médico o farmaceuta sobre los efectos secundarios a los que debes estar atento si tomas alguno de estos medicamentos.

La culebrilla causa inflamación y dolor. Tu médico te puede sugerir medicamentos de venta sin receta para aliviar el malestar leve, entre ellos 

  • acetaminofeno (paracetamol),
  • ibuprofeno o
  • naproxeno.

También pueden ayudar a prevenir la neuralgia posherpética, que es un dolor con ardor que les da a algunas personas después de que el sarpullido y las ampollas desaparecen.

Si tienes mucho dolor después de que se va la erupción o una infección durante el brote de culebrilla, es posible que tu médico te recete:

Ungüento de capsaicina: Ten cuidado de que no te entre al ojo.

Un analgésico: Tal vez te indique lidocaína (Lidoderm, xilocaína) para el dolor. Viene de diversas maneras, como ungüentos, lociones, parches, polvos y rociadores.

Antibióticos: Quizá necesites estos medicamentos si tienes una infección bacteriana de la piel y erupción. Pero si no hay bacterias, los antibióticos no ayudan.

Antidepresivos tricíclicos: Estos medicamentos tal vez ayuden a aliviar el dolor que permanece después de que te sana la piel, como amitriptilina, desipramina (Norpramin) y nortriptilina (Pamelor). También pueden aliviarte la depresión, si la tienes además de la culebrilla. El médico te informará sobre los riesgos y beneficios.

Algunos estudios indican que diversos tratamientos alternativos, desde acupuntura hasta suplementos, pueden brindar alivio. No se ha completado la investigación, pero algunos estudios son prometedores. Pregúntale a tu médico antes de probar alguno de estos: 

Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS por su sigla en inglés). Este tratamiento usa microchoques eléctricos para aliviar el dolor. Una unidad de TENS es aproximadamente del tamaño de un teléfono inteligente y viene con pequeños parches llamados electrodos. Te los pones donde sientes dolor y prendes y apagas la unidad cuando el dolor viene y se va. 

Medicina tradicional china. El propósito de estos tratamientos es restaurar el equilibrio en el cuerpo. Incluyen acupuntura, la práctica ancestral de insertar agujas muy delgadas en puntos específicos de la piel. Además, se usa la moxibustión y la ventosa, dos tipos de terapias con calor que supuestamente extraen las toxinas. Estos tratamientos se pueden combinar.

Ungüentos y otros tratamientos para la piel. Una combinación de dimetil sulfóxido e idoxuridina, un medicamento antiviral, puede reducir la hinchazón y el número de ampollas que tienes cuando se aplica a la erupción. Además, la clorofila, la sustancia química que les da el color verde a las plantas, se usa también directamente en la erupción como ungüento o solución salina. 

Suplementos. Encontrarás una larga lista de hierbas, pastillas y aceites que dicen aliviar la culebrilla. En la mayoría de los casos, no hay evidencia científica, salvo un par de excepciones. La papaína, una proteína que se encuentra en la papaya, se vende en cápsulas. Y la miel de manuka y trébol se puede aplicar directamente en la piel. Estudios en etapas muy iniciales de ambas muestran que tal vez sean beneficiosas. 

No hay remedios caseros para la culebrilla. Pero puedes hacer ciertas cosas para que te sane la piel.

Mantén la zona afectada limpia, seca y expuesta al aire lo más posible.

La picazón a veces puede ser insoportable, pero trata de no rascarte ni reventar las ampollas.

Alivia la erupción. Tu principal prioridad es aliviar el dolor y la picazón que causa el sarpullido. Prueba:

1. Baños de avena. Remójate en agua fría en la tina. Para alivio adicional, agrega avena coloidal, que se produce al moler la avena hasta que sea un polvo muy fino. Este baño te aliviará y te ayudará a calmar la picazón.

2. Compresas frías. Humedece una toallita de mano con agua bien fría y colócatela en las ampollas aproximadamente 20 minutos a la vez. Esto no solo te aliviará la picazón, sino que mantendrá limpias las ampollas. Puede ayudar a evitar infecciones de la piel. Si las ampollas ya no supuran, deja de usar compresas frías. Y si estás usando ungüentos o parches para el sarpullido, no uses compresas al mismo tiempo.

3. Ropa suelta. Es probable que notes que la ropa suelta hecha de fibra natural, como algodón o lino, hace que te sientas cómodo. Si es necesario que te tapes las ampollas, evita vendas que tal vez se peguen al sarpullido.

4. Loción de calamina. Échate en la piel esta crema suave, fresca y reconfortante.

Cuídate el cuerpo y la mente. Si el dolor es constante, quizá te agote mentalmente. El estrés puede hacer que parezca incluso peor. El autocuidado empieza con el tratamiento del sarpullido, pero no te detengas allí. También debes cuidar tu salud mental y emocional. 

Ten buenos hábitos: El cuerpo se esfuerza al máximo a fin de combatir el virus de la varicela-zóster que causa la culebrilla. Para que estés en condiciones óptimas debes:

  • consumir con regularidad alimentos nutritivos en las comidas. Pídele a alguien que te compre frutas y verduras frescas en el supermercado si no te provoca salir.
  • tratar de dormir bien y descansar siempre que puedas.
  • hacer ejercicio suave, como estirarte, o caminar. Un poco de actividad puede ayudar a que no pienses en el dolor. Pero trata de no agitarte y pregúntale a tu médico antes de probar algo nuevo.

Distráete. A veces, lo mejor que puedes hacer es concentrarte en otra cosa. Prueba:

  • llamar a un amigo,
  • escuchar música relajante,
  • leer un libro,
  • ver tu película favorita o 
  • hacer pasatiempos que te gustan.

Mantén la calma. Relajarte te puede ayudar mucho. Con calma, podrás lidiar mejor con el malestar. Prueba:

  • la meditación,
  • el tai chi,
  • caminar (pero mantén cubiertas las ampollas) o
  • el yoga

Prueba estas estrategias durante el brote de culebrilla. Las diferentes cosas te pueden ayudar según la severidad de tus síntomas y cómo te sientes de un día para otro.

Hay dos vacunas contra la culebrilla. Se recomienda la vacuna Shingrix. Zostavax ya no está disponible en Estados Unidos.

Quiénes se la deben poner: El Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés) recomienda que te pongas esta vacuna si eres un adulto sano mayor de 50 años, sin importar si recuerdas o no haber tenido varicela, porque la mayoría de personas han estado expuestas al virus. Si te has puesto la vacuna Zostavax, también puedes ponerte Shingrix.

¿Cuántas vacunas necesito? Debes ponerte dos vacunas de Shingrix: una primero y luego otra en 2 a 6 meses.

¿Qué hace?: Shingrix reduce la probabilidad de que te dé culebrilla en más de 90%. Incluso si te da culebrilla, la vacuna puede hacer que sea menos dolorosa.

Nunca me dio varicela. ¿De todos modos necesito la vacuna contra la culebrilla? Sí. Se recomienda Shingrix para todas las personas mayores de 50, independientemente de si recuerdan o no haber tenido varicela.

Si he tenido culebrilla, ¿de todos modos me debo poner la vacuna? Sí. Ayudará a prevenir otro brote de culebrilla. Si tienes culebrilla ahora, debes esperar hasta que se vaya la erupción antes de vacunarte.

¿Cuáles son los efectos secundarios? Los efectos secundarios más comunes con Shingrix son dolor e hinchazón en el punto del pinchazo, dolor muscular y de cabeza, cansancio, escalofríos, fiebre y malestar estomacal. Con cualquier vacuna existe la posibilidad de tener una fuerte reacción alérgica.

No te pongas la vacuna Shingrix si:

  • eres alérgico a cualquiera de sus ingredientes,
  • estás embarazada o lactando, 
  • tienes culebrilla ahora o
  • has tenido un resultado negativo de inmunidad al virus de la varicela. Más bien, pregúntale a tu médico sobre la vacuna contra la varicela.