Primeros pasos después del diagnóstico del VIH

Medically Reviewed by Dra. Brunilda Nazario, MD on December 17, 2019
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Recibir el diagnóstico del VIH es un golpe fuerte. Afortunadamente, es una condición crónica, como lo son la diabetes y las enfermedades del corazón, que se puede controlar con tratamiento a largo plazo. Muchos estadounidenses que tienen el VIH y reciben tratamiento viven casi la misma cantidad de años como aquellos que no lo tienen. Después del diagnóstico, deberá tomar algunas decisiones y medidas importantes.

Aun cuando tenga el VIH, es posible que no se sienta ni enfermo ni diferente. Pero es importante hacerse una evaluación médica minuciosa para notar cambios en su salud. Su médico también usa esa información para decidir qué medicamentos serán más eficaces para usted y cuándo debe usted empezar a tomarlos.

Puede recurrir a su médico general, a una clínica de salud pública o puede encontrar un doctor por en el directorio de tratamiento del VIH del Departamento de Salud y Servicios Humanos. También puede llamar a la línea de información sobre el VIH/sida de su estado.

Los medicamentos para el VIH se llaman antirretrovirales (antiretroviral therapy o ART, su nombre y su  sigla en inglés), y usted debe empezar a tomarlos de inmediato. Los medicamentos que tomará a diario no son una cura. Pero evitarán que la infección empeore y reducirán la cantidad de virus en el cuerpo. Se mantendrá sano y vivirá más tiempo. Además, será menos probable que le trasmita el VIH a otras personas.

No tiene que compartir el diagnósitco del VIH con todo el mundo. Pero es posible que ciertas personas tengan el derecho legal de saberlo. Quizás quiera, por su propia voluntad, informarles a otras personas.

  • Parejas sexuales. Nueva York, Georgia, Ohio y otros 16 estados requieren que antes de tener relaciones sexuales con alguien, le divulgue que tiene el VIH. Solo Indiana y Carolina del Norte exigen que se les informen a parejas sexuales pasadas. Aunque no sea obligatorio, considere divulgárselo a las personas cuya seguridad depende de ello.
  • Personas que comparten sus agujas. En 12 estados, se les deben informar a personas con las que comparte agujas para inyectarse drogas.
  • Profesionales de salud. Aparte del médico del VIH, casi nunca se requiere que se lo comparta a otros médicos, dentistas, enfermeros u otros especialistas de salud. Pero quizás puedan velar mejor por su salud si tienen todo su cuadro médico.
  • Familiares y amigos. En general, la decisión es suya. Pero ser franco sobre el VIH puede generarle apoyo emocional y de otro tipo, además de ayudarlo durante el tratamiento o cuando tenga emergencias médicas.
  • Empleador. Su jefe y la empresa no tienen derecho de saber que tiene el VIH a no ser que exista una inquietud válida sobre la exposición accidental a sangre u otros asuntos de seguridad. Y si le preocupa que existe el potencial de discriminación, quizás sea mejor que no lo mencione.
  • Siempre use preservativos o condones cuando tenga relaciones sexuales. Es posible que los antirretrovirales mantengan su carga viral tan baja, que exista poca probabilidad de trasmitirle el VIH a otras personas. Aun así, no dependa solamente de su medicamento. Los condones también protegerán a su pareja y a usted de otras enfermedades de trasmisión sexual, como clamidia, sífilis, gonorrea y herpes.
  • No comparta agujas.
  • No amamante a su bebé. Le puede trasmitir el VIH por la leche materna.
  • Para protección adicional contra el VIH, las parejas sexuales que no tienen el virus pueden tomar una pastilla diaria llamada PrEP (profilaxis preexposición).

Entienda qué es y qué no es el VIH. Tener la información correcta le ayudará a tomar decisiones acertadas sobre el tratamiento de la enfermedad.Y también le permitirá afrontar mejor el temor y la incertidumbre que pueda tener.

Una buena fuente para iniciarse en el tema es la página “VIH/Sida: Conceptos básicos” del sitio web infoSIDA del Departamento de Salud y Servicios Humanos.

Vaya a todas las citas con el médico. Le sacarán sangre varias veces, especialmente el primer año. Estas pruebas miden su carga viral del VIH, la medida que indica la eficacia de los medicamentos contra el virus, y su conteo de células CD4, la medida que indica cómo responde el sistema inmunitario al tratamiento. Las citas también le darán la oportunidad de hacerle preguntas al médico.

Sin tratamiento, el VIH debilita el sistema inmunitario, por lo que puede enfermarse con mayor frecuencia o puede ponerse más grave que las personas sin el VIH. La pulmonía, la diarrea y la tuberculosis son algunas de las “infecciones oportunistas” que pueden afectarle. 

Esté atento a síntomas que debe mencionarle al médico, entre ellos:

  • recubrimiento blanco en la boca (infección fungosa o muguet)
  • problemas respiratorios o tos persistente
  • manchas moradas, rosadas o café en la piel
  • erupciones en la piel, que pueden ser una reacción a los medicamentos
  • problemas de la vista, sensibilidad a la luz o dolor de ojos
  • entumecimiento, cosquilleo o dolor en las manos y los pies
  • tortícolis
  • retortijones o dolor en el área abdominal inferior
  • diarrea severa
  • hinchazón de las glándulas linfáticas, especialmente en un lado del cuerpo
  • confusión en razonamiento
  • problemas de equilibrio

Busque grupos de apoyo o personas que entiendan por lo que está pasando. Pida información en la clínica o en el departamento de salud de su localidad o de su estado. Busque información sobre grupos de apoyo sin fines de lucro.  Si se une a grupos de chat o mensajes colectivos, tenga presente que la información que reciba no siempre será correcta.

Tener el VIH marca una nueva etapa en su vida. Pero si toma sus medicamentos para el VIH como corresponde, puede llevar una vida tan plena, tan activa y tan saludable como antes. Priorice su salud física y su salud mental. Si se deprime, busque ayuda. Además, manténgase en contacto con las personas que lo quieren y que lo apoyan.