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La diabetes tipo 2: síntomas, causas y tratamientos

Medically Reviewed by Brunilda Nazario, MD on January 18, 2024
17 min read

La diabetes tipo 2 es una enfermedad que dura toda la vida y que impide que el cuerpo utilice la insulina como debería.

Las personas de mediana edad o mayores tienen más probabilidades de padecer este tipo de diabetes. Solía llamarse diabetes del adulto o diabetes mellitus. Pero la diabetes tipo 2 también afecta a niños y adolescentes, principalmente debido a la obesidad infantil.

El tipo 2 es la forma más común de diabetes. Aproximadamente 1 de cada 10 personas en los EE. UU. tiene diabetes tipo 2. Casi 1 de cada 3 tiene prediabetes, lo que significa que su nivel de azúcar en sangre (o glucosa en sangre) es alto, pero aún no lo suficientemente alto como para ser diagnosticado como diabetes.

Los síntomas de la diabetes tipo 2 pueden ser tan leves que ni los notes. Alrededor de 9 millones de personas lo padecen y no lo saben. Los síntomas incluyen:

  • tener mucha sed
  • orinar mucho
  • visión borrosa
  • hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies
  • fatiga/sensación de agotamiento
  • heridas que no sanan
  • infecciones por hongos que siguen reapareciendo
  • sentir hambre
  • pérdida de peso sin intentarlo
  • contraer infecciones

Si tienes áreas de piel oscura alrededor del cuello o las axilas, consulta con tu médico. Estos se llaman acantosis nigricans y pueden ser signos de que tu cuerpo se está volviendo resistente a la insulina.

Hay tres tipos de diabetes:

Diabetes tipo 2: Aproximadamente entre el 90% y el 95% de todas las personas con diabetes tienen este tipo. Con el tipo 2, el páncreas produce algo de insulina, la hormona que ayuda a las células a convertir la glucosa (un tipo de azúcar que proviene de los alimentos que ingieres) en energía. En algunas personas, las células no responden a esta hormona como deberían (una condición llamada resistencia a la insulina).

Diabetes tipo 1: Con la tipo 1, tu sistema inmunitario ataca y destruye las células del páncreas que producen insulina, lo que provoca niveles altos de azúcar en sangre. Los médicos no están seguros de por qué sucede esto. El tipo 1 no está relacionado con el peso ni con los hábitos o estilo de vida. Antes se conocía como diabetes insulinodependiente o infantil.

Diabetes gestacional: Sólo se padece este tipo de diabetes cuando se está embarazada. Ocurre porque los cambios hormonales y el aumento de peso durante el embarazo pueden provocar resistencia a la insulina. Por lo general, desaparece después de que nace el bebé.

Por lo general, una combinación de factores causa la diabetes tipo 2. Estos podrían incluir:

  • los genes. Los científicos han encontrado diferentes fragmentos de ADN que afectan la forma en que el cuerpo produce insulina.
  • el peso. Tener sobrepeso u obesidad puede provocar resistencia a la insulina.
  • el síndrome metabólico. Las personas con resistencia a la insulina a menudo tienen un grupo de afecciones que incluyen niveles altos de azúcar en sangre, presión arterial alta y colesterol y triglicéridos altos.
  • el exceso de glucosa del hígado. Cuando el nivel de azúcar en la sangre es bajo, el hígado produce y envía glucosa. Después de comer, el nivel de azúcar en la sangre aumenta y el hígado generalmente se vuelve más lento y almacena glucosa para el futuro. Pero el hígado de algunas personas no de ralentiza y sigue produciendo azúcar.
  • una mala comunicación entre células. A veces, las células envían señales equivocadas o no captan los mensajes correctamente. Cuando estos problemas afectan la forma en que las células producen y utilizan la insulina o la glucosa, esto puede provocar diabetes.
  • células beta que no funcionan correctamente. Si las células que producen insulina la envían en el momento equivocado, el nivel de azúcar en la sangre se altera. El nivel alto de azúcar en sangre también puede dañar estas células.

Ciertas cosas aumentan las probabilidades de padecer diabetes tipo 2. Cuantos más de estos apliquen en tu caso, mayores serán tus posibilidades de tener diabetes tipo 2. Algunas cosas están relacionadas con quién eres:

  • edad: tener 45 años o mas
  • familia: tener un padre, madre, hermano o hermana que tiene diabetes. 
  • etnicidad: ser afroamericano, nativo de Alaska, nativo americano, asiático americano, hispano o latino, o americano de las islas del Pacífico

Los factores de riesgo relacionados con tus antecedentes médicos y salud incluyen:

  • resistencia a la insulina
  • prediabetes
  • enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos
  • presión arterial alta, incluso si esta tratada y bajo control
  • nivel bajo de colesterol HDL (“bueno”)
  • triglicéridos altos
  • tener sobrepeso u obesidad
  • tener un bebé que pesó más de 9 libras al nacer
  • diabetes gestacional mientras estabas embarazada
  • síndrome de ovario poliquístico (PCOS, por su sigla en inglés)
  • depresión

Otros factores que aumentan el riesgo de diabetes tienen que ver con tus hábitos diarios y tu estilo de vida. Estos son aquellos sobre los que puedes hacer algo:

  • hacer poco o ningún ejercicio
  • fumar
  • estrés
  • dormir muy poco o demasiado

Unas 462 millones de personas en todo el mundo, o alrededor del 6.3% de la población, tiene diabetes tipo 2. Es la novena causa de muerte, responsable de más de 1 millón de muertes cada año. Los casos de diabetes tipo 2 están aumentando más rápidamente en países desarrollados como Estados Unidos y Europa occidental.

Los científicos dicen que la diabetes tipo 2 afecta a hombres y mujeres aproximadamente al mismo ritmo.

Es más común en personas de mediana edad y mayores y afecta a:

  • 4.4% de personas entre las edades de 15 y 49 años
  • 15% de personas entre las edades de 50 y 69 años
  • 22% de personas de 70 años o más 

También es más común en personas de color, incluyendo: 

  • negros
  • hispanos y latinos
  • nativos americanos
  • asiáticos

Tu médico puede analizar tu sangre para detectar signos de diabetes tipo 2. Por lo general, te harán pruebas en 2 días diferentes para confirmar el diagnóstico. Pero si tu nivel de glucosa en sangre es muy alto o tienes muchos síntomas, es posible que todo lo que necesites sea una prueba.

Los análisis de sangre para la diabetes tipo 2 incluyen:

  • A1c. Los resultados muestran tu nivel promedio de azúcar en sangre durante los últimos 2 a 3 meses
  • Prueba de glucosa plasmática en ayunas. También se conoce como prueba de azúcar en sangre en ayunas. Mide el nivel de azúcar en sangre con el estómago vacío. No podrás comer ni beber nada excepto agua durante 8 horas antes de la prueba.
  • Prueba de tolerancia oral a la glucosa. Mide tu nivel de glucosa en sangre antes y 2 horas después de beber algo dulce para ver cómo tu cuerpo tolera el azúcar.

Los investigadores han definido cuatro etapas de la diabetes tipo 2:

Resistencia a la insulina: En esta etapa, tu cuerpo generalmente produce suficiente insulina para mantener los niveles de azúcar en sangre en el rango normal. Pero si tus células "resisten" la insulina (no la usan correctamente), tu cuerpo producirá más insulina para tratar de ayudar a que la glucosa llegue a ellas. La resistencia a la insulina puede ser temporal, pero también puede durar. No existe una prueba para detectar la resistencia a la insulina, por lo que puede ser difícil de diagnosticar.

Prediabetes: Con el tiempo, la resistencia a la insulina hace que se acumule glucosa en la sangre. Tienes prediabetes cuando tus niveles de azúcar en la sangre son más altos de lo normal, pero no lo suficientemente altos como para ser considerado diabetes. Un A1c entre 5.7% y 6.4% significa que tienes prediabetes. Es posible que no tengas ningún síntoma. Pero la prediabetes aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes tipo 2.

Diabetes tipo 2: Si tu nivel de A1c es del 6.5% o más, tienes diabetes. Es posible que tengas síntomas como aumento de la sed, visión borrosa y entumecimiento en los pies o las manos. O es posible que no tengas ningún síntoma.

Diabetes tipo 2 con complicaciones vasculares: En esta etapa, tu diabetes te ha provocado problemas vasculares (de los vasos sanguíneos). Es posible que tengas daños en los vasos de los ojos (retinopatía), los riñones (nefropatía) y ciertos nervios (neuropatía). También podrías desarrollar enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares (derrames cerebrales) o problemas de circulación.

El control de la diabetes tipo 2 incluye una combinación de cambios en el estilo de vida y la medicación.

Cambios en el estilo de vida

Es posible que puedas alcanzar tus niveles de azúcar en sangre ideales sólo con dieta y ejercicio. 

  • Pérdida de peso. Perder libras de más puede ayudar. Si bien perder el 5% del peso es bueno, perder al menos el 7%, y no volver a aumentarlo, parece ser lo ideal. Eso significa que alguien que pesa 180 libras puede cambiar sus niveles de azúcar en la sangre perdiendo alrededor de 13 libras. La pérdida de peso puede parecer abrumadora, pero controlar las porciones y comer alimentos saludables es un buen punto de partida.
  • Alimentación saludable. No existe una dieta específica para la diabetes tipo 2. Un dietista registrado puede informarte sobre los carbohidratos y ayudarte a elaborar un plan de alimentación que puedas seguir. Concéntrate en:
    • consumir menos calorías
    • reducir el consumo de carbohidratos refinados, especialmente los dulces
    • agregar verduras y frutas a tu dieta
    • consumir más fibra
  • Ejercicio. Trata de realizar de 30 a 60 minutos de actividad física todos los días. Puedes caminar, andar en bicicleta, nadar o hacer cualquier otra cosa que acelere tu ritmo cardíaco. Combina eso con entrenamiento de fuerza, como yoga o levantamiento de pesas. Si tomas un medicamento que reduce el nivel de azúcar en la sangre, es posible que necesites comer una merienda antes de hacer ejercicio.
  • Mantente pendiente a tus niveles de azúcar en la sangre. Dependiendo de tu tratamiento, especialmente si estás tomando insulina, tu médico te dirá si necesitas medir tus niveles de azúcar en sangre y con qué frecuencia debes hacerlo.

Medicamentos

Si los cambios en el estilo de vida no te permiten alcanzar tus metas para el nivel de azúcar en sangre, es posible que necesites tomar medicamentos. Algunos de los más comunes para la diabetes tipo 2 incluyen:

  • Metformina (Fortamet, Glucophage, Glumetza, Riomet). Este suele ser el primer medicamento que se utiliza para tratar la diabetes tipo 2. Reduce la cantidad de glucosa que produce el hígado y ayuda al cuerpo a responder mejor a la insulina que produce.
  • Sulfonilureas. Este grupo de medicamentos ayuda al cuerpo a producir más insulina. Incluyen: glimepirida (Amaryl), la glipizida (Glucotrol, Glucotrol XL) y la glibenclamida (DiaBeta, Micronase).
  • Meglitinidas. Ayudan al cuerpo a producir más insulina y funcionan más rápido que las sulfonilureas. Es posible que tomes nateglinida (Starlix) o repaglinida (Prandin).
  • Tiazolidinedionas. Al igual que la metformina, te hacen más sensible a la insulina. Podrían recetarte pioglitazona (Actos) o rosiglitazona (Avandia). Pero también aumentan el riesgo de sufrir problemas cardíacos, por lo que no suelen ser la primera opción de tratamiento.
  • Inhibidores de DPP-4. Estos medicamentos que incluyen linagliptin (Tradjenta), saxagliptin (Onglyza) y Sitagliptin (Januvia) ayudan a bajar tu nivel de azúcar en la sangre, pero también pueden causar dolor en las articulaciones e inflamar el páncreas. Actúan bloqueando la DPP-4, que es una enzima que afecta a la hormona incretina. 
  • Agonistas del receptor de GLP-1. Estos medicamentos se administran con una aguja para lograr una digestión más lenta y reducir los niveles de azúcar en sangre. Algunos de los más comunes son exenatida (Byetta Bydureon), liraglutida (Victoza) y semaglutida (Ozempic).
  • Inhibidores de SGLT2. Estos ayudan a los riñones a filtrar más glucosa. Podrías recibir bexagliflozina (Brenzavvy), canagliflozina (Invokana), dapagliflozina (Farxiga), o empagliflozina (Jardiance). La empagliflozina también ha demostrado ser eficaz para reducir el riesgo de hospitalización o muerte por insuficiencia cardíaca.
  • Agonistas del receptor GIP y GLP-1. La tirzepatida (Mounjaro) es la primera de su clase y activa los receptores GLP-1 y GIP, lo que mejora el control del azúcar en sangre.
  • Insulina. Podrías usar inyecciones de larga duración por la noche, como insulina detemir (Levemir) o insulina glargina (Lantus).

Incluso si cambias tu estilo de vida y tomas tus medicamentos según las indicaciones, tu nivel de azúcar en la sangre aún puede empeorar con el tiempo. Eso no significa que hayas hecho algo mal. La diabetes es progresiva y muchas personas eventualmente necesitan más de un medicamento.

Cuando tomas más de un medicamento para controlar tu diabetes tipo 2, eso se llama terapia combinada. Debes trabajar con tu médico para juntos encontrar la mejor combinación para ti.

Algunos medicamentos controlan los picos de azúcar en sangre (tu médico puede llamarlos hiperglucemia) que se producen inmediatamente después de las comidas, por ejemplo. Otros son más eficaces para detener las caídas de azúcar en sangre (hipoglucemia) entre comidas. Algunos pueden ayudar con la pérdida de peso o el colesterol, así como con la diabetes.

Debes hablar con tu médico sobre cualquier posible efecto secundario. El costo también puede ser un problema.

Si tomas medicamentos para otra cosa, eso deberá tenerse en cuenta en cualquier decisión.

Deberás consultar con tu médico con más frecuencia cuando comiences a tomar una nueva combinación de medicamentos.

Es posible que descubras que agregar un segundo medicamento no controla tu nivel de azúcar en la sangre. O la combinación de dos medicamentos podría funcionar sólo por un corto tiempo. Si eso sucede, tu médico podría considerar un tercer medicamento sin insulina o podrías comenzar una terapia con insulina.

Cirugías para la diabetes tipo 2

La cirugía para bajar de peso puede tratar eficazmente la diabetes tipo 2 ayudándote a perder peso. Estos procedimientos limitan la cantidad de alimentos que puedes comer o la cantidad de nutrientes que tu cuerpo puede absorber. Deberás comprometerte a realizar cambios saludables en tu estilo de vida a largo plazo para obtener todos los beneficios de este tipo de cirugía.

Hay varios tipos disponibles. Habla con tu médico para saber si la cirugía para bajar de peso es adecuada para ti.

Tratamientos alternativos para la diabetes tipo 2 

No hay mucha evidencia científica de que algún tratamiento alternativo pueda ayudar a controlar el nivel de azúcar en sangre. La investigación sobre los suplementos dietéticos ha encontrado que:

  • El cromo tiene pocos beneficios y puede ser perjudicial en grandes dosis.
  • La canela podría reducir los niveles de azúcar en sangre en ayunas, pero no afecta la A1c.
  • El magnesio ha tenido resultados mixtos en los estudios, puede causar efectos secundarios y puede ser peligroso en grandes dosis.

Algunas investigaciones han descubierto que las prácticas de mente-cuerpo, como el yoga y la meditación, pueden ayudar a controlar el azúcar en la sangre cuando se usan junto con medicamentos para la diabetes. Esto puede deberse a sus beneficios para aliviar el estrés.

Siempre habla con tu médico antes de probar cualquier tratamiento alternativo. Estos tratamientos no pueden reemplazar los medicamentos para la diabetes.

Algunas poblaciones tienen más probabilidades de padecer diabetes tipo 2. Los latinos (12%), negros (12%) y asiáticos (10%) tienen tasas más altas de diabetes que los blancos (7%). Los indios americanos lo padecen aproximadamente el doble que los blancos (14.5%). Los miembros de grupos minoritarios raciales y étnicos con diabetes tipo 2 también tienen probabilidades de tener peores resultados de salud.

Sin embargo, las investigaciones muestran que los miembros de grupos minoritarios tienen menos probabilidades de usar medicamentos más nuevos para la diabetes, independientemente de sus ingresos o de si tienen seguro médico. Y sin importar su origen étnico, las personas con ingresos más bajos tenían menos probabilidades de tomar estos medicamentos. En todas las razas y etnias con diabetes, alrededor del 15% vive en la pobreza, el 19% tiene dificultades para acceder a los alimentos y el 51% tiene dietas de baja calidad.

Además, las personas negras, latinas y nativas americanas tienen menos probabilidades de ser incluidas en estudios clínicos para probar nuevos medicamentos para la diabetes.

Con el tiempo, el nivel alto de azúcar en la sangre puede dañar y causar problemas con:

  • el corazón y los vasos sanguíneos. Tienes hasta el doble de probabilidades de sufrir una enfermedad cardíaca o un derrame cerebral, y a una edad más temprana. También corres un alto riesgo de sufrir vasos sanguíneos bloqueados (aterosclerosis) y dolor en el pecho (angina).
  • los riñones. Si tus riñones están dañados o tienes insuficiencia renal, podrías necesitar diálisis o un reemplazo de riñón.
  • los ojos. Los niveles altos de azúcar en la sangre pueden dañar los pequeños vasos sanguíneos en la parte posterior de los ojos. Si no recibes tratamiento esto podría resultar en ceguera. 
  • los nervios. Esto puede provocar problemas con la digestión, la sensación en los pies y la respuesta sexual. 
  • la piel. La sangre no circula tan bien, por lo que las heridas sanan más lentamente y pueden infectarse. 
  • el embarazo. Los padres y las madres con diabetes tienen más probabilidades de sufrir un aborto espontaneo, una muerte fetal o un bebe con defecto de nacimiento.
  • el sueño. Podrías desarrollar apnea del sueño, una afección en la que la respiración se detiene y vuelve a comenzar poco despues mientras duermes. 
  • la audición. Es más probable que tengas problemas de audición, pero no está claro por qué. 
  • el cerebro. Un nivel alto de azúcar en la sangre puede dañar tu cerebro y podría aumentar tu riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer.
  • la depresión. Las personas que padecen la enfermedad tienen el doble de probabilidades de deprimirse que las personas que no la padecen.

La mejor manera de evitar estas complicaciones es controlar bien tu diabetes tipo 2.

  • Toma tus medicamentos para la diabetes o insulina a tiempo.
  • Mídete el azúcar en la sangre.
  • Come bien y no te saltes comidas.
  • Visita a tu médico con regularidad para detectar signos tempranos de posibles problemas.

Controlar la diabetes es complicado. Deberás adoptar hábitos de vida saludables, medir tu nivel de azúcar en la sangre con regularidad y mantenerte al día con las visitas al médico y los tratamientos. Pero tus esfuerzos pueden tener un gran impacto en tu salud y calidad de vida.

Dieta para la diabetes tipo 2

Un dietista puede ayudarte a crear un plan de alimentación personalizado que tenga en cuenta tus necesidades y preferencias. Una dieta saludable para la diabetes debe centrarse en:

● limitar los alimentos altamente procesados

● reducir los azúcares añadidos y los cereales refinados bajos en fibra, como el pan blanco

● aumentar el consumo de vegetales sin almidón como el brócoli y los ejotes

Los costos asociados a la diabetes tipo 2

En promedio, las personas diagnosticadas con diabetes gastan aproximadamente 2.3 veces más en atención médica que aquellas que no padecen la afección. Sus gastos médicos promedian alrededor de $16,750 al año, $9,600 de los cuales se deben directamente a la diabetes.

Estos gastos incluyen visitas al médico, hospitalizaciones y medicamentos. Es posible que también tengas otros costos, como tiempo perdido y menor productividad en el trabajo.

Cómo controlar la diabetes tipo 2

Controlar bien tu diabetes tipo 2 te ayuda a evitar complicaciones y sentirte mejor. Junto con una dieta saludable, ejercicio regular y medicación prescrita:

  • Mantén tu presión arterial y tus niveles de colesterol en un rango saludable. Los niveles altos de cualquiera de ellos podrían aumentar el riesgo de complicaciones de la diabetes.
  • Hazte exámenes de la vista, limpiezas dentales y exámenes físicos con regularidad.
  • Revisa tus pies diariamente para detectar llagas, enrojecimiento o hinchazón e infórmale a tu médico si notas algún problema.
  • Obtén al menos 7 horas de sueño de buena calidad cada noche, ya que la falta de sueño interfiere con el control del azúcar en sangre. Pídele ayuda a tu médico si tienes dificultades para dormir.
  • Ten cuidado con el alcohol. Limita las bebidas alcohólicas a 1 o 2 tragos al día, según tu tamaño y sexo. Si bebes alcohol, controla tu nivel de azúcar en la sangre después de hacerlo.
  • Trabaja con tu médico para elaborar un plan para los días de enfermedad. Incluso una enfermedad menor puede interferir con tus niveles de azúcar e insulina en sangre. Es posible que necesites ajustar tus medicamentos o controlar tu nivel de azúcar en sangre con más frecuencia.

La salud mental y la diabetes tipo 2

Una condición de salud a largo plazo puede afectar tu salud mental. Las personas con diabetes tienen más del doble de probabilidades de sufrir depresión y un 20% más de probabilidades de tener ansiedad que aquellas que no padecen la afección. Muchas personas no son diagnosticadas ni tratadas, a pesar de que la terapia, los medicamentos o una combinación de estos pueden funcionar muy bien para ayudarles.

Muchas personas con diabetes a veces se sienten abrumadas por la presión de tratar de controlar la afección. Esto se llama angustia por la diabetes y puede llevarte a descuidar tu salud. Un grupo de apoyo o asesoramiento podrían ayudarte a superarlo.

Si estás preocupado por tu salud emocional, pídele a tu médico que te recomiende un profesional de salud mental.

Los pronósticos a largo plazo para las personas con diabetes tipo 2 varían, dependiendo de la eficacia con la que controlen la afección. A los 50 años, la esperanza de vida promedio para una persona con diabetes tipo 2 es 6 años más corta que la de personas de la misma edad que no padecen esta afección. Pero la atención y el tratamiento adecuados pueden ayudarte a mejorar esas probabilidades.

¿Se puede curar la diabetes tipo 2?

No hay cura para la diabetes tipo 2. Es posible que puedas controlar tu nivel de azúcar en la sangre perdiendo peso y haciendo cambios saludables en tu estilo de vida, e incluso es posible que puedas dejar de tomar medicamentos para la diabetes. Pero este no es el caso para todos.

¿Qué debo esperar con la diabetes tipo 2?

La diabetes tipo 2 es una afección grave que requiere un compromiso de por vida para controlarla. A largo plazo, un nivel alto de azúcar en sangre puede provocar problemas cardíacos, de visión y renales. Pero puedes tomar medidas para evitar estas complicaciones y prolongar tu vida. Varios estudios muestran que:

  • Reducir tus niveles de A1c del 10% a menos del 8% puede aumentar la esperanza de vida en casi 3.5 años.
  • Dejar de fumar puede aumentar la esperanza de vida en mujeres mayores de 50 años en casi un año y, en los hombres mayores de 70 años puede aumentar por casi 2 años.
  • Reducir el colesterol LDL (“malo”) puede mejorar la esperanza de vida en casi un año.

Todas estas cosas también reducen el riesgo de desarrollar otras enfermedades. 

Adoptar un estilo de vida saludable puede ayudarte a reducir tu riesgo de diabetes :

  • Baja de peso. Bajar entre 7% y 10% de tu peso puede reducir a la mitad el riesgo de diabetes tipo 2.
  • Mantente activo. Caminar durante 30 minutos al día reducirá el riesgo en casi un tercio.
  • Come bien. Evita los carbohidratos altamente procesados, las bebidas azucaradas y las grasas trans y saturadas. Limita las carnes rojas y procesadas.
  • Deja de fumar. Trabaja con tu médico para evitar aumentar de peso después de dejar de fumar, de modo que no crees un problema resolviendo otro.

La diabetes tipo 2 es una afección grave que requiere tratamiento de por vida. La pérdida de peso, un estilo de vida saludable y medicamentos, si son necesarios, pueden ayudarte a mantenerlo bajo control. También pueden ayudarte a vivir una vida más larga y saludable.